Centros de recreo
Foto Sra. Emilia Martín
Podemos
recordar los lugares de punto de encuentro de la juventud y de reunión de casi
todas las personas del pueblo; realmente no cabe duda de que en los últimos
cincuenta años han existido unos bares regentados por los siguientes
propietarios:
Manuel
Romero. (Tupí).
C/ De la Fuente.
Antonio
Vicente.
C/ Del Castillo.
Marcelino
Palomar.
C/ Del Castillo.
Fidel
Aznar.
C/ Del Castillo.
Marcelino
Sánchez.
Pza. De la
Fuente.
Dña.
Matilde López.
Pza. De la
Iglesia.
José
Herrero.
Pza. De la Iglesia.Centro cultural recreativo
Foto Antonio Labarta
Don
Antonio Vicente, además de regentar el bar, también prestaba servicios al
pueblo al frente de una tienda de comestibles, el reparto del butano y ejercía
como cartero del pueblo.
Actualmente,
el bar o centro recreativo es, lógicamente,
el punto de reunión de todo el pueblo, y lo encontraremos en la plaza de
la Iglesia, antiguamente conocida por la plaza de la balsa, el bar está ubicado
encima del lugar donde existían las antiguas escuelas. Actualmente el regente
del bar no es propietario ya que hoy en día el Ayuntamiento lo ofrece en libre
subhasta para su explotación. En la parte inferior, donde estaban las aulas, se encuentra el salón de
actos, donde se realiza el baile y las representaciones sociales.
A partir
del año 2.000, al inaugurase un polideportivo como es compresible todos los
actos se trasladan a dicho lugar.
Algunos negocios que han existido
CARPINTERO
D. Aniceto
García Izquierdo.
C/ La Fuente, Nº
40.
CARRETERO
D. Leandro
Viñado Izquierdo.
C/ La
Fuente, Nº 36.
ESTANCOS
Dña.
Fermina Palomar Marta.
Dña.
Vicenta Valero Palomar.
C/ D.
Ramón Sánchez Esteban, Nº 5.
RELOJERO
Salvador
Vicente Miguel.
C/
Cortijo, Nº 5.
PENSIÓN
Isaías
Simón Esteban.
C/ La
Fuente, Nº 5.
MOLINO
Enrique
Flores.
Pza. de la
Balsa.
BAILES
Antonio
Zarzoso.
C/ La Fuente,
Nº 50.
Ricardo
Simón Lidón
Avda.
Padre Mazón, Nº 12.
CINE Y BAILE
D. Pedro Clavero Hernández y hermanos.
C/ del Castillo, Nº
29.
ALBAÑILES
D. Moisés Romero.
D. Manuel Pérez.
D. José Ramón Pérez.
HERREROS
Antonio
Martín.
D. José Martín.
C/ D. Ramón Sánchez Esteban.
D. Alejo Martín.
C/ De la Fuente.
PELUQUERÍA
Dña.
Dorina Hernández.
D. Ramiro
Andrés.
C/ del
Castillo.
ALGUACILES
D. Pedro Hernández.
C/ de la Fuente.
D. Rafael Viñado.
Pza. del
Ayuntamiento.
TIENDAS
Dña. Vicenta Valero.
Dña. Francisca Hernández.
C/ D. Ramón Sánchez Esteban, Nº 5.
Dña. Marcelina Ginés.
C/ del Castillo.
Dña.
Generosa Andrés.
C/ del Pilar.
Dña. Ángeles Viñado.
C/ de la Fuente, Nº 41.D.
Dña.
Maribel Gómez.
Pza. de la
Fuente.
BARBERÍA
D. Basilio Izquierdo.
C/ de la Purísima.
Antonio
Paricio.
C/ las Eras.
FARMACIA
Antonio
Hernández
C/ del Castillo.
MATARIFES
Pedro
Hernández.
D. Emilio Hernández.
Eloy
Garzón.
C/ de la Fuente.
Rufino
Pérez.
C/ del Castillo.
Cándido
Valero.
C/ D. Ramón Sánchez Esteban. Nº 5.
LUCERO
José
Martín.
C/ D. Ramón Sánchez Esteban.
CARTEROS
Antonio
Vicente
C/ Del Castillo.
Jesús .....
Juan José Ginés. ( Suplente)
HORNO
Antonio
Clemente
El molino
Foto Adolfo Hernández
La gran
maestría del molinero y su sabiduría en ofrecer un buen molido del cereal y un
perfecto troceado del forraje le ha servido para tener cierta fama en el
contorno, lo que le ha favorecido a la hora gozar de la clientela de los
pueblos de los alrededores. La pericia para picar la piedra de la muela del
molino es básica para ofrecer una buena calidad y en ese cometido, D. Enrique
Flores ha sido un maestro.
El molino,
por su ubicación y el cometido que desarrollaba, se convertía en un punto de
reunión de todos los vecinos del pueblo, donde se oían toda clase de
comentarios, tanto de trabajo como de la vida cotidiana del pueblo y de toda la
comarca.
Foto Adolfo Hernández
El horno
Foto Antonio Labarta
El horno
es propiedad del municipio y, por consiguiente, está al servicio de las
familias del pueblo. Antiguamente el funcionamiento del lugar era concedido a
un hornero para su explotación, cumpliendo unas condiciones; la leña la ponía
el pueblo y el salario por tal servicio era regulado de forma que satisfacía a
todos. El sistema era el siguiente, según peso a tener que hornear, así era el pago; unas veces con dinero, otras con
harina y también con el mismo pan, que éste a su vez, era vendido a otras
personas que lo precisaban.
Normalmente
éste era trabajo para mujeres, las cuales preparaban la masa en casa, en un
lugar conocido como artesa que posteriormente servía para guardar durante los
días precisos, en ella también se guardaba un poco de masa en un perol que
hacía de levadura o desanche.
El lugar
era muy concurrido por toda la chiquillería, dado que había un familiar y
podían comerse alguna pasta o pan recién hecho. En el interior se localizaban
unas mesas para poder confeccionar los panes y las pastas y unas estanterías
para colocar el producto antes y después de hornearlo.
Actualmente
su explotación, siempre de acuerdo con el Ayuntamiento, es parecida a cualquier
despacho de pan de cualquier ciudad, sin que los vecinos pierdan su derecho a hornear
sus pastas.
Los servicios al publico los ofrece Dña. Emilia
Inserte.